Vengo de ese país donde día a día se construyen emociones, donde no importa el color, el sexo, la edad o religión para sentirnos hermanos.
Soy de esta tierra alegre y fuerte que vio renacer a hombres y mujeres de los escombros; donde sobra la esperanza, la humanidad y el entusiasmo.
Tengo el orgullo de llamarme Mexicano, pues pertenezco a esta patria que une voluntades y construye comunidades sensibles, compasivas, solidarias, incansables.
Soy el oficinista, la comunicóloga, el arquitecto, la veterinaria, la costurera, el cerrajero, el marin, soy el bombero, la ama de casa, el fotógrafo, el bolero, la mercadologa, el tamalero, el conductor de metro, la oficial de policía…la que remueve el escombro, el que recoge víveres, la mujer que reza, soy el que guarda silencio al levantamiento de un puño, soy la que llora, el que suspira, soy el que cree, el que confía…somos uno mismo, en unísono, gritando ¡Despertando!
Pertenezco a México, el país que se levanta y canta, que lucha, vibra, crece y reverdece.
Fotografías: Patricia López Rodríguez – @deerpao